Esto aunque parezca absurdo, también molesta. El TANTRA es la expresión de lo femenino. Los invasores arios que destruyeron esta civilización a punta de espada, tuvieron buen cuidado de destruir cualquier atisbo de ella. La suya representaba todo lo contrario: opresión, imperialismo, exterminio del autóctono. Aún así, persiste su semilla y en permanente conflicto como podemos observar en el interminable litigio de Sri-lanka (Ceilán).
Esta civilización tántrico, fue la culminación evolutiva de las sociedades matriarcales del Neolítico.
Una tras otra fueron cayendo con el mismo guión. Invasores de las estepas, mucho más expertos en el arte de destruir que el de conocer y construir. Espiritualidad aplastada por el acero.
La religión de la Diosa Madre, la Tierra Madre Gaia, era sustituida por el poder masculino.
El valle del Indo debió tener una influencia espectacular en su entorno. No es de extrañar que siendo buenos marinos y de gran talante comercial llegasen a América y vaya usted a saber donde.
Se han encontrado fosas con multitud de cadáveres, incluso muertos en las escaleras de las viviendas. Esto hace pensar que se produjo un exterminio masivo por parte de los invasores. Y a su vez esto nos hace pensar que no debió ser una civilización que dedicara especial atención a su defensa militar. Quizás alcanzaron tal punto de cohesión social, que no necesitaron de ejército poderoso alguno para mantenerse.