Reconozcamos que cuando una pareja engendra un hijo, ambos están en sintonía con una fuerza mayor y al servicio de la VIDA.
Cualquiera sea la energía que los atrae y más allá de las circunstancias que vivan, en lo individual, o en pareja, logran la perfecta unión, para que en el momento justo de entrega mutua, se plasme el Amor en el hijo.
Ellos nos dan lo que pueden, como pueden, como saben, como aprendieron…
Ellos, ¡¡¡ NOS DAN TODO…!!!
Basta de responsabilizarlos una y otra vez. De querer cambiarlos. De decirles como hacer las cosas, o criticar como las hacen.
Basta de buscar los padres ideales, cuando en realidad sabemos perfectamente, que el ideal no existe más allá de nuestra imaginación o en un cuento, o en la imagen creada por nosotros mismos.
Basta de reclamar por lo que me dieron o lo que no me dieron, por que me quisieron o no me quisieron.
Enmendemos definitivamente esta relación y construyamos nosotros, nuestra vida, reconociendo que nos dieron todo lo que pudieron y como pudieron.
Y ahora, valoremos la vida que recibimos como regalo de ellos y en reconocimiento al esfuerzo que pusieron, tomemos la vida con ganas y vivámosla con alegría.
Cuando un sistema se ordena según los “Ordenes del Amor” no se excluye a nadie, se balancea el dar y el tomar, se respetan las jerarquías según el orden de llegada, desde tatarabuelos y mas allá, bisabuelos, abuelos y hasta nuestros hermanos mayores.
No puedo agradecer y tomar a mis ancestros, si no reconozco o estoy en conflicto con mis padres. Ellos me dieron la vida. Ellos son mi lazo con el resto del sistema. Gracias a ellos pertenezco.
De lo que de ellos dependía…
“Que a pesar de todo… La Vida Continúe”. ¡Lo lograron…!
Solo cuando Valoro la vida que recibo como regalo haciendo, por mi vida y para mi vida, le doy mi forma propia y logro Ser. Logro manifestarme en mi esencia, pura. Este hacer es el que nos hace Grandes, nos permite sentirnos Plenos y Verdaderamente “FELICES”…
Norma García “Zogi”