Extraído de un articulo de Arturo Ayotln, 15/ 7/ 2011
El modelo de pensamiento en ESPIRAL es el modelo de pensamiento de los pueblos INDÍGENAS, alternativa del modelo de pensamiento LINEAL diseñado por el RACIONALISMO EUROPEO y la filosofía positivista causante del modelo mental existente en el mundo occidental por los últimos 500 años.
El modelo de pensamiento lineal es altamente determinista, como reduccionista, cada vez que descompone el total en pequeñas partes, reduciendo las interacciones entre ellas.
“Considera el todo, compuesto de partes independientes”
Este modelo lineal, es hoy contradictorio, ya que los nuevos conocimientos del mundo contemporáneo, nos revelan que nuestro universo está constituido básicamente por sistemas no lineales en sus niveles físicos, biológicos, psicológicos y sociales
Nuestro universo esta formado por partes conectadas a través de una profunda interacción y cuya identidad es la armonía y el equilibrio.
El modelo de pensamiento lineal se basa en principios matemáticos elaborados originariamente por los filósofos griegos y más tarde por René Descartes. Sin entender que las leyes matemáticas no pueden aplicarse a sistemas y estructuras construidas por partes íntimamente relacionadas entre si, Descartes
llegó a postular: “Nuestro pensamiento debiera llegar a la racionalidad de las matemáticas”.
Las matemáticas son un conocimiento abstracto, porque permite mentalmente hacer abstracción del todo, reducirlo a sus partes y considerar a estas independientes del resto para estudiarlas.
Así, desestimamos las restantes particularidades que tiene la naturaleza de ese todo, funcionando en conjunto. No permite conocer cabalmente los procesos del comportamiento humano, sus actitudes y sentimientos, como tampoco su creación cultural.
La importancia del pensamiento espiral, radica en que permite conocer la naturaleza de las cosas sin abstracciones, con todas sus partes conectadas unas con otras. Este modelo de pensamiento, debiera ser aplicado a las ciencias sociales y a las relaciones humanas, por su complejidad.
El pensamiento lineal aplicado a la historia y al desarrollo de nuestros pueblos indígenas simplifica una realidad, rompiendo la coherencia y la lógica de sus 500 años de resistencia cultural.
La metodología espiral capta las relaciones estructurales y sistémicas, ayuda a resolver problemas generados entre teoría y práctica como también problemas entre la acción y la reflexión.
El modelo espiral permite generar y compartir conocimientos y experiencias colectivamente. Y en cada contexto, tanto el individuo como el colectivo, se desarrollan simultáneamente. El conocimiento y los procesos históricos, pueden comenzar en cualquier punto de la espiral y nunca tendrán un fin.
El modelo de pensamiento y acción en espiral es incluyente y permite conectar el presente con el pasado y en el caso de los pueblos indígenas, permite comprender la posibilidad de construir futuro, volviendo al pasado. Lo que equivale a decir, “Volver a las raíces de su desarrollo como pueblo.”
En otro orden de cosas el modelo de pensamiento y acción en espiral permiten un mejor entendimiento de problemas propios de la administración y control de los recursos, como de los riesgos.
Aplicar este modelo de planificación espiral, en la alta tecnología, es también posible.
El modelo de acción en espiral centra su preocupación en la comunicación y el diálogo. Y en los procesos de planificación, adopta una metodología colectiva, como también en la organización de recursos, análisis de riesgos y posibles alternativas. Busca la creación colectiva de estrategias de evaluación y genera desde el colectivo la construcción de hipótesis y teorías.
La cultura dominante ha entrado en una profunda crisis de identidad y también el modelo de pensamiento lineal iniciado por los filósofos griegos y más tarde desarrollado por los europeos. Ellos han negado permanentemente la existencia de una filosofía indígena, relegándola a la categoría de cosmovisión, folklore, o pensamiento mítico.
Nuevas formas de conceptualización y de representaciones simbólicas en el mundo contemporáneo, hacen posible hablar con propiedad de una filosofía de los pueblos indígenas, que incluye sus prácticas habituales, sus normas, valores, creencias, estructuras epistemológicas, tiempo y espacio.
El modelo mental del hombre occidental se ha centrado en la palabra.
Mientras que el ser indígena piensa en símbolos, actos concretos y ritos. La filosofía de los pueblos indígenas tiene su origen en la experiencia vivencial de todo el pueblo, en sus categorías de tiempo y espacio. Connotaciones totalmente distintas del pensamiento europeo.
La experiencia vivencial del hombre indígena, tiene que ver con sus sentimientos y emociones, ligado estrechamente a la madre naturaleza, Tonatzin Tlalli.
El mundo indígena se concibe en espiral, al igual que los procesos cósmicos de la historia, o de los procesos sociales.
En el modelo mental indígena el tiempo es también cíclico, responde a la espiral y es comienzo y fin al mismo tiempo. La vida y la muerte también son realidades complementarias y no antagónicas.
El espacio es una red interconectada de relaciones cósmicas, naturales y humanas.
El hombre no está solo en la tierra, vive en el tiempo y en el espacio. El tiempo es sólo una relacionalidad cósmica, siempre presente en el espacio.
El futuro no es algo que está por venir ni el pasado algo que se fue.
Los mapuches dicen que el tiempo viene.
El tiempo en el mundo indígena no es unidireccional de pasado a futuro, sino, bidireccional. El futuro puede estar atrás y el pasado adelante o viceversa.
El hombre indígena vive el presente en una realidad de continuo movimiento cíclico de la naturaleza y de su cultura.
El universo indígena, es una red viva por la que circula en todo momento, energía e información, bajo un orden autorregulado por la propia naturaleza de las cosas. Todo esta interconectado, nada está separado del todo.
La dualidad de las cosas, constituye la base fundamental de la unidad en la naturaleza toda.
La unidad se produce porque los aparentes contrarios, son parte de la complementariedad.
Principio de la oposición complementaria. La lógica de los opuestos duales, solo puede ser entendida bajo el principio de la oposición complementaria.
El hombre indígena ve en la naturaleza esa complementariedad de los opuestos: día y noche, siembra y cosecha, montañas y valles, espacios micro y macro, individuo y colectivo, vida y muerte.
Todo esta interconectado, nada esta separado.
El hombre indígena en sus comienzos, miraba el espacio celeste por las noches y logró bajar las estrellas, las constelaciones y la vía láctea, para organizar la sociedad indígena, a imagen y semejanza de ese cosmos que le vio nacer.
Principio de la vida comunitaria.
La formación social, económica y cultural, tiene su base en el desarrollo de la vida comunitaria.
El conocimiento ancestral, la vida espiritual, las prácticas, la cosmología y los valores culturales, son todos elementos propios del principio de la vida comunitaria.
El pensamiento privilegia la experiencia personal y colectiva.
Los indígenas viven de las experiencias reales, más que de lo abstracto. Se reflexiona sobre la experiencia, llegando a ser ésta la base fundamental de todo nuevo conocimiento.