Siendo Coronel Aviador del Ejército Británico, viajaba constantemente, realizando tareas para su País. Por el año 1868 cumplió funciones en la India, como oficial de Inteligencia para el Gobierno Británico. Aquí conoció en un templo Hindú, a un Sumo Sacerdote Budista, colaborando con él en su obra. Así se forjo entre ambos, una franca y sincera amistad.
El monje por condescendencia y amabilidad, le enseñó varios sets de antiguas tabletas de arcilla que estuvieron escondidas en las bóvedas del templo por varios siglos. Estaban ya quemadas por el sol y abandonadas por los sacerdotes del templo los últimos años.
Churchward logró el acceso a todos estos registros, después de superar la renuencia inicial del sacerdote, para sacar las Tablillas y mostrarlas todas.
Con la ayuda de su nuevo amigo, aprendió como descifrar las inscripciones de las antiguas tabletas y mientras las traducía, se dio cuenta que se había tropezado con la increíble historia de un gran continente perdido.
Una tierra más allá del gran mar oriental, una zona del océano Pacífico conocido hoy, como “Anillo de Fuego del Pacífico”.
Después de haber dominado este idioma, descubre en la lectura, que las tablillas se originaron en el lugar donde el hombre apareció por primera vez en el planeta, el continente Mu.
Las Tablillas estaban escritas por los Naacals en, Naga-Maya, una lengua muerta antigua. Supuestamente perdido, hacia ya mucho tiempo. Y sólo otras dos personas más en la India, podían descifrarlas.
Las tablillas hablaban de una gran civilización que se había alzado, florecido y decaído mucho tiempo antes que todas las conocidas por los estudiosos. Era el gran continente de Mu, la madre patria de todas las razas de la tierra.
El conocimiento en partes quedó incompleto, ya que las tabletas disponibles eran fragmentos de textos mayores. Por esto, Churchward busco y busco, siguió los pasos de esta nueva civilización misteriosa por los confines de la tierra. Fue poniendo juntas todas las piezas de un gran rompecabezas. Así, fue adquiriendo más y más información, hasta que una maravillosa imagen se empezó a formar. Era la impresionante figura de un vasto continente del océano pacífico, que junto nuevamente con sus habitantes, también desaparecidos muchísimos años atrás.
Así renació MU. Cobro nuevamente vida y esplendor, en la mente y el corazón de Churchward.
El resultado final, de la inmensa labor de investigación y acopio que realizó, lo plasma en la publicación de su libro “El continente perdido de Mu: patria del hombre”.
En donde según él, demuestra la existencia de este continente, perdido en el Océano Pacífico.
Churchward relata que: de acuerdo con el mito de la creación leído en las tablillas, por efecto de la expansión de los gases volcánicos subterráneos, Mu se había levantado por encima del nivel del mar. Y su desaparición, ocurrió después de una serie de terremotos y erupciones volcánicas. Fue completamente arrasada casi en una sola noche. La tierra rota, fue cayendo en ese gran abismo de fuego y cubierta por
cincuenta millones de kilómetros cuadrados de agua.
Según Churchward, Mu se extendía desde algún lugar al norte de Hawai y hacia el sur, hasta Fijis y
Mangaia. Y se extendía de este a oeste, desde las Marianas, a la Isla de Pascua.
Tristemente, su primera aparición en 1926, fue objeto de burla y críticas por los arqueólogos de esos días y muy pocos tomaron sus descubrimientos y teorías de una manera seria. Fue clasificado más como ciencia ficción que como un estudio científico de verdad.
En su libro, Churchward se propone probar la existencia de Mu.
*En primer lugar: por medio de las tabletas de Naacal, después menciona registros escritos en Maya, Egipto y la India, que cuentan la destrucción de Mu.
“Cuando la corteza terrestre se quebró por terremotos y después se hundió en un abismo. Después las aguas del Pacífico la cubrieron, dejando solamente agua donde una civilización poderosa existió.”
*En segundo lugar: el menciona que hay una confirmación amplia de Mu en otros manuscritos antiguos, como el Ramayana hindú mencionado anteriormente, como dijo Narrat, el sumo sacerdote del templo de Rishi en Ayhodya.
En un punto, se menciona a los Naacals viniendo a Burma “de la tierra de su nacimiento en el este” que es la dirección del pacífico.
También en el manuscrito Troano, antiguo libro Maya escrito en Yucatán, se menciona a Mu. Ahora se encuentra en el museo británico. Éste se refiere a Mu usando los mismos símbolos que fueron encontrados en Egipto, India y Burma.
Así se menciona en “El códice cortesano”. Otro libro Maya tan viejo como el manuscrito troanolo. Además de un libro tibetano en Lhasa y hace anotaciones de otros registros de Egipto, Grecia, Centroamérica, México y hasta las inscripciones Anasazi en el sur de USA.
*En tercer lugar: encontramos en las Islas del Mar del Sur, Easter, Mangiagia, Tonga, Ponape y en las Marianas, una gran cantidad de ruinas existentes, como muestras vivas de lo que fue, en los tiempos de Mu. En Uxmal, Yucatán, en una parte de un templo en ruinas, hay una inscripción que conmemora “Las Tierras del Oeste, de donde venimos” y una pirámide fue construida en el suroeste de la Ciudad de México, de acuerdo con sus inscripciones, en memoria de la destrucción de “Las Tierras del Oeste”.
*En cuarto lugar: encontró ciertos símbolos y costumbres antiguas, que fueron encontradas en varias ciudades como Egipto, India, Burma, Japón, China, las Islas del Mar del Sur, Centroamérica y Sudamérica y entre las tribus aborígenes de Norteamérica. Eran tan idénticos en sus formas y en la simbología que representaban que pareciera que eran provenientes de una misma fuente.
Churchward, afirmó que el dios solar Ra del Egipto antiguo, se originó con Mu. Que este era el rey de Mu. Afirmó que “Rah” era la palabra que los Naacals utilizaban para “sol y sombra”. Así como para su dios y sus gobernantes. Y la palabra Rapanui viene de sol.
Afirmó haber encontrado símbolos del Sol en Egipto, Babilonia, Perú y todos los países antiguos. Este fue un símbolo universal.
En su civilización, que floreció entre 50.000 y 12.000 años atrás, fue predominante una raza blanca más avanzada y tecnológicamente superior en muchos aspectos a la nuestra y a las antiguas civilizaciones de India, Babilonia, Persia, Egipto y Mayas.
Afirmó:
“Mu era el sitio del Jardín del Edén y el hogar de 64 millones de habitantes, conocidos como los Naacals”
Mapa de Churchward que refleja su pensamiento, muestra esquemáticamente cómo, los habitantes huyeron de Mu hacia América del Sur, a lo largo de las orillas de la Atlántida y en África, después de que el cataclismo se iniciara.
Mu, fue el origen común de las grandes civilizaciones de Egipto, Grecia, América Central, India, Isla de Pascua, Birmania y otros.
Churchward atribuyó todo el arte megalítico en la Polinesia a la gente de Mu, fuente de la antigua arquitectura megalítica.
En la edición de 1931, afirma que todo el material científico en este trabajo, se basa en las traducciones de dos conjuntos de antiguas tablas:
I) Las tablas de arcilla que leyó en la India.
II) La colección de 2.500 tabletas de piedra, descubiertas por William Niven en México.
Posteriormente se habrían hallado gran cantidad de textos budistas, que mencionan la tierra del océano Pacífico.
Así también, en las islas ubicadas dentro del Anillo de Fuego, encontramos monumentos antiguos, petroglifos y cuevas con datos y mensajes a traducir e interpretar, sobre una de las muchas civilizaciones antiguas que existieron allí, como en la Isla de Pascua. En cuyas leyendas hablan de “Hiva”, que se hundió bajo las olas y de cuando la gente huyó.
La hipótesis de Churchward estaría confirmada, ya que los jeroglíficos de la cultura del Indo, eran
sorprendentemente parecidos a los de la isla de Pascua, cercana a la ubicación más conocida de Mu.
Hoy vemos la aceleración de los desastres naturales en esa área, terremotos, tsunamis, activarse
volcanes inactivos y vemos las placas tectónicas en continuo cambio.
Churchward escribiría una decena de libros sobre Mu. En ellos convertiría a Mu en la Atlántida del Pacífico, atribuyéndole una antigüedad que oscilaba entre los 25.000 y los 20.000 años.
Mu desplazaba a la Atlántida como origen de todas las civilizaciones conocidas, desde la egipcia hasta la maya, incluyendo también a los atlantes. En la sabiduría de Mu se habían originado tanto la Biblia como los principios de la masonería. Sus habitantes habían ido tan lejos como para hacer revelaciones acerca de Jesucristo, que recién iba a nacer muchos milenios después.
Libros de Churchward
Volumen 1 – El continente perdido de Mu se propuso la teoría de Churchward utilizando un “vasto conocimiento de la ciencia, el arte antiguo y la historia, la mitología y el ocultismo” para recrear el esplendor y la fatalidad de este mundo antediluviano oculto. Lemuria o Mu, cerca de 5.000 kilómetros de largo y 3.000 kilómetros de ancho. El Jardín del Edén no estaba en Asia, sino en un continente ahora sumergido en el Océano Pacífico. El relato bíblico de la Creación fue primero, no de los pueblos
del Nilo o el valle del Eufrates, sino de este continente ahora sumergido, Mu. La Patria del Hombre.
Volumen 2 – Los hijos de Mu, es la historia de los pioneros de la Mu. Sesenta y tres millones de personas vivían en el continente ahora perdido de Mu hace más de 200.000 años. Los hijos de Mu se convirtieron en las personas más influyentes en la Tierra. Mu tenía un gobierno increíblemente sofisticado, floración cultura científica y la tecnología. Gran parte de la civilización Muviana, vivía en casas con techos transparentes. Construyeron refugios, hacían ropa, comida y sus herramientas. Estaban libres de estrés y enfermedad, viviendo en paz durante cientos de años. Sus habilidades psíquicas, estaban muy desarrolladas: telepatía, viajes astrales y teleportación. Eran una cultura principalmente vegetariana, agrícola, amante de la vida al aire libre, lo orgánico y que trabajó en armonía con la naturaleza y la tierra.
Volumen 3 – Los Símbolos Sagrados de Mu, este volumen habla sobre los orígenes ocultos de las religiones antiguas y modernas. Todas las religiones tienen un origen común en los escritos sagrados
inspirados de Mu. La Oración del Señor se encuentra en los escritos sagrados inspirados de Mu. La evidencia de la religión de Mu, remonta 170.000 años. Estas enseñanzas fueron impartidas por Osiris, Moisés y Jesús. Moisés condensa las cuarenta y dos preguntas de la religión de Osiris, en los Diez Mandamientos. Jesús condensó el texto para adaptarse a la lengua de su día. Las últimas palabras de Jesús en la cruz estaban en el lenguaje de Mu, desconocido en Palestina.
Volumen 4 – Las Fuerzas Cósmicas de Mu – La evolución biológica es un mito, no hay tal cosa como la fuerza atómica. Toda enfermedad puede ser conquistada por el uso de los rayos de luz de colores adecuada. Las temperaturas y las estaciones de la Tierra se han convertido en inalterablemente fijos en su estado actual, y que la Tierra no puede ser lanzado al espacio o dibujado en el sol.
Volumen 5 – Segundo Libro de las Fuerzas Cósmicas de Mu – Churchward continúa para sacar conclusiones a partir de los documentos antiguos y tradiciones de Mu presentar algunas teorías revisionistas sorprendentes acerca de la edad de la Tierra, la naturaleza de las montañas y los procesos volcánicos, la Edad de Hielo e Inundaciones.