Si buscamos respuestas sin conformismos de por medio, es solo a través del conocimiento que podemos lograr la comprensión y es ese entendimiento, el que nos transforma y nos acerca a “La Respuesta”. Por lo menos en parte.
Una técnica que de la mano de la Terapia Sistémica y los Ordenes del Amor, nos lleva a una nueva capacidad de VER, son Las Constelaciones Familiares.
Para comprender un poco más, veamos algunas situaciones como posible ejemplo…
¿QUE OCURRIRIA, SI YO TENGO MIS LENTES EMPAÑADOS O SUCIOS, SIN DARME CUENTA?
Mi visión sería borrosa y me podría producir inseguridad, temor, mis pensamientos me llevarían a las mas diversas explicaciones o elucubraciones. Me podría detener o paralizar, o podría necesitar mantenerme a distancia. Esta claro que no veo nítidamente la realidad.
¿Y SI ME DOY CUENTA Y LOS LIMPIO?
Todo lo que veo, cambia ante mis ojos, las formas, las facciones y expresiones de los rostros. Y de acuerdo a la magnitud de lo que limpie en mis lentes… Todo va a ser diferente, casi desconocido… Me sorprendería todo lo que antes había pasado en mí y pensado del afuera o del otro.
Este cambio, sería para mí… Solo para mí…
¡Porque el resto no cambia con la limpieza de mis lentes! ¿Verdad?
ALGO SIMILAR OCURRIRÍA, SI YO CAMBIO LA GRADUACIÓN DE MIS LENTES…
Vería cosas que antes no podía ver, formas y detalles que ni sabía que existían. Todo es diferente de lo que era, hasta más hermoso, o más feo.
¡Solo para mí!… porque el resto no cambia con el cambio de la graduación de mis lentes.
¿Que cambió entonces?
“SOLO, MI CAPACIDAD DE VER.”
Con la terapia sistémica, REVALORIZAMOS EL SISTEMA del que venimos, tanto de papá como de mamá. NOS REVALORIZAMOS NOSOTROS, nuestra vida, nuestras acciones. Vemos el ¿Por qué? y ¿Para qué?, de una enfermedad que me acompaña o padezco y que existe en el sistema.
Podemos mirar donde antes no mirábamos, o mirábamos, pero no veíamos y ahora VER.
Podemos comprender el por qué de situaciones y
de acciones, propias y de otros. Podemos llegar a Amar de manera diferente, porque ahora el otro, es otro sin los velos que nosotros le pusimos. Desde ahora lo podemos VER tal cual es, con lo que trae ancestralmente y eso, lo hace “totalmente diferente”.
Heredamos de nuestros padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y más, tanto lo visible como lo invisible, actitudes, dolores, problemas no resueltos, miedos, enojos y más. Mucho, mucho más… ¡Heredamos todo…! Y es “SOLO POR AMOR” y la “NECESIDAD DE PERTENECER” al sistema del que venimos,
que hacemos lo que hacemos, sin saber y como podemos.
Caminante, no hay camino, se hace camino al andar y al dar vuelta
la vista atrás, se ha de ver la huella, que nunca se ha de borrar…
El camino recorrido por nuestros ancestros, lleva consigo vivencia y conocimiento transformado en sabiduría y llega a nosotros solo por herencia. Esta fuerza VITAL, que nos regalan junto con nuestra VIDA, solo tenemos que tomarla con conciencia, para reconocernos con esa fuerza y reconocer que nuestra Vida es nuestra, solo nuestra y nos pertenece. Solo así podemos VIVIRLA con INTENSIDAD, con SEGURIDAD y con la sensación plena de satisfacción porque “Tenemos Todo”.
De esa fuerza VITAL podemos decir con orgullo…
“Viene de Familia…”